La educación ambiental debe ser considerada como el proceso que le permite al individuo comprender las relaciones de interdependencia con su entorno, con base en el conocimiento reflexivo y crítico de su realidad biofísica, social, política, económica y cultural, para que, a partir de la apropiación de la realidad concreta, se puedan generar en él y en su comunidad actitudes de valoración y respeto por el ambiente.
El PRAE plantea líneas de acción integrales es decir, que si el ambiente es un sistema de interacciones, el PRAE no debe tener acciones aisladas y que no interactúen, que si encuentra causas debe de trabajar también los efectos y viceversa. Es decir que si la variable ambiental de mi I.E. es una problemática de residuos sólidos no se debe de plantear solamente la separación de residuos y el reciclaje, se debe mirar el origen de esos residuos y quienes lo generan.